Población decreciente: La crisis existencial cubana.
Por Alberto Luzárraga
“La social democracia es inviable en un país envejecido”
Una herramienta útil para hacer proyecciones sobre el futuro económico y social de un país es utilizar la pirámide de población. Consiste en agrupar la población por edades y en escalones superpuestos a fin de formar una pirámide. Los más bajos representan los más jóvenes y más capaces de engendrar, trabajar, y producir y los de la cúspide son los más viejos. Así se crea una pirámide que cambia de forma según la situación demográfica del país. Una base ancha y una cúspide estrecha indican una población joven y un alto índice de natalidad. Una base estrecha en sus escalones más bajos, y más ancha a medida que sube la edad indica una sociedad en proceso de envejecimiento. A continuación la pirámide cubana en el 2005 que, por cierto, no ha mejorado sino empeorado desde entonces. Según datos de la Oficina Nacional de Estadísticas la población de 11 millones 244 mil habitantes al finalizar el año 2005, bajó a 11 millones 240 mil al finalizar 2006. Y según la ONU a 11 millones 204 mil en el 2009. La fecundación en la edad óptima, entre los 20 y los 29 años es muy baja. En Cuba nacen más varones que hembras. El censo de 2002 registró que las personas de más de 60 años son el 14.7% del total de la población. Para el 2005 el indicador es del 15.3%. Para el 2009 16.8%. El éxodo de jóvenes en su mayoría (entre 1999 y 2004 el saldo migratorio externo fue de 188,678 personas) hace que la cifra tienda al alza.
Población de Cuba: 1950: 5,920M---2009:11,204M--- 2015:11,213M--- 2025: 11,148M--- 2050: 9,725M
Distribución porcentual de edades:
2009
0-14 15-59 60+ 80+
17.7 65.5 16.8 2.6
2050 (proyectada)
0-14 15-59 60+ 80+
11.8 49.5 38.7 12.1
Para obtener un rectángulo en la parte de la pirámide del 2005 de menores de 30 años (lo deseable pues nos daría una base ancha para mantener un relevo biológico) harían falta aproximadamente 2.5 millones de cubanos. ¿Dónde están? Exiliados o muertos porque 100,000 abortos anuales son una carga aplastante. Biscet comenzó a ser perseguido cuando se opuso a este genocidio nacional promovido por el ‘paternal’ gobierno socialista que fomenta la promiscuidad sexual pues así mantiene entretenidos a los esclavos, y después de entretenidos, preocupados con cuestiones de familia incluyendo divorcios, hijos que nacerían en la miseria, familias divididas y demás lindezas de su diseño social. Diseño que genera ‘tranquilidad’ para los déspotas pues el ciudadano preocupado con estas cosas tiende a no rebelarse y las sociedades que envejecen tampoco, según nos dicen los expertos en demografía.
Las proyecciones de futuro son pavorosas. En una generación seríamos una isla geriátrica con más de la mitad de la población por encima de los 60 años.
Y ni hablar de las cacareadas prestaciones sociales incluyendo la asistencia médica. En un país normal hay que pagar adecuadamente a los médicos y eso se hace contribuyendo al sistema de salud pública, si lo que existe es uno sólo como el cubano actual. ¿Donde estarían los jóvenes que cotizarían al sistema en sus años saludables?
Es preciso cambiar de modo de vivir, entender la realidad, y pensar en repoblar a Cuba estimulando la creación de familias estables, los nacimientos, y el regreso de los jóvenes cubanos hijos de exiliados. Y es más que preciso entender que el sistema social demócrata, que quisieran implantar en Cuba muchos ex marxistas, está en bancarrota y no representa una solución viable para un país quebrado y exhausto.
El ejemplo español es aleccionador porque la pirámide poblacional española se asemeja bastante a la cubana y debe considerarse por los ilusos marcados por 50 años de propaganda castrista, que piensan que sólo hay que cambiar el sistema político y lo demás se arregla. En un reciente artículo publicado en el diario mediático Libertad Digital por M. Llamas (2010-07-16) se expone el problema enfrentado por el actual gobierno socialista español producto de décadas de un sistema que desincentiva. Lo citamos y comentamos extensamente porque es un ejemplo actual, viviente, y en proceso de ajuste:
“En 2050 habrá 1,7 españoles en edad de trabajar por cada uno en edad superior a 65 años, frente a las casi cuatro de la actualidad. Este déficit poblacional, que más que déficit es ya depresión, hace inviable el actual sistema de prestaciones públicas característico del Estado de Bienestar. Su mantenimiento en el futuro tan sólo pasa por tres vías: subida "drástica" de impuestos a todos los niveles, tal y como admitió Zapatero; reducción de las prestaciones públicas…. [o] un cambio de modelo en toda regla orientado hacia la eliminación del Estado de Bienestar y su sustitución por un sistema privatizado y de mucha mayor liberalización para aumentar exponencialmente la competitividad y productividad de la economía….o bien que en las próximas décadas se corrija de forma sustancial el actual déficit poblacional”.
“Pero ¿cómo cuantificar la despoblación que sufre España? Éste es, precisamente, el ejercicio que ha efectuado Alejandro Macarrón Larumbe, consultor de estrategia empresarial y corporate finance, en un amplio informe al que ha tenido acceso Libertad Digital. En una tribuna publicada por este diario, Macarrón resume las grandes cifras del agudo problema demográfico español. De acuerdo con la pirámide de población actual, en España ya "faltan entre 9 y 12 millones de personas menores de 30 años para tener una estructura de población por edades mínimamente equilibrada". Una dimensión que, simplemente "asusta".
Abajo se muestra "el número de jóvenes y niños extra que precisaría el país para mantener, mínimamente, la sostenibilidad de nuestro sistema público de pensiones y de sanidad a partir de la siguiente década. En concreto, con 9 millones de jóvenes más la figura poblacional española adoptaría una forma de rectángulo’. Así, según Macarrón, "nos faltan unos 250.000 nacimientos anuales simplemente para que haya relevo generacional".
Sin embargo, el gráfico siguiente nos muestra que para que la base se anche, “es decir, para que en el futuro el número de jóvenes supere mínimamente al volumen de mayores de 65 años, España precisa ya la friolera de "12 millones de españoles más con menos de 30 años". "Son cifras que marean, y que ilustran la magnitud extrema que tiene ya nuestro problema demográfico, que además sigue creciendo año a año".
"Que ya nos falten entre 9 y 12 millones de personas, si no más, da idea del desastre que estamos engendrando por no hacer lo propio en materia de prole. Cuando el presidente Roosevelt instauró la Seguridad Social en 1935, en EEUU había 52 activos por pensionista. En España, actualmente, hay unos dos trabajadores en activo y cotizando por cada jubilado, y vamos poco a poco hacia proporciones del tipo uno a uno, sencillamente insostenibles", concluye Macarrón.
“El actual Estado de Bienestar está condenado a muerte, con o sin crisis económica. ( nuestro subrayado) La recesión tan sólo ha adelantado y agravado los problemas demográficos estructurales que ya estaban presentes.” “De ahí, las recientes reformas del sistema de pensiones que han sido aprobadas en distintos países europeos. Bruselas acaba de proponer retrasar la edad de jubilación hasta los 70 años. Con el actual déficit demográfico que sufre Europa, la sostenibilidad del Estado de Bienestar tan sólo es posible recortando de forma progresiva prestaciones públicas, a falta de reformas de calado tendentes a una mayor liberalización económica y privatización de servicios.”
Reflexionemos. Está bien claro que con o sin tiranía, el sistema socialista del estado niñera produce resultados parecidos. “Te lo doy todo de gratis” aparte de ser mentira, (porque te lo quito y te lo doy es lo cierto), crea primero egoísmo existencial y luego pobreza, desilusión y renuencia a crear familias. Esto a nivel de pueblo, porque a nivel de dirigentes se hacen muy ricos aprovechando el gasto público. En España hay magnates civiles. En Cuba los magnates son los generales.
Para otros, su aspiración es la burocracia. Una reciente encuesta en España reveló que sólo el 4% de los jóvenes aspira a ser empresario. El 72% aspira a ser funcionario para gozar de ‘buenos sueldos seguros’ y de una jornada de trabajo con buen horario, de 8 a 3. Es natural, el estado niñera requiere ejércitos de funcionarios que digan a todos lo que tienen que hacer aunque lo que ordenen sea rebuscado, absurdo, o caprichoso. Hay que justificar el puesto. Luego, a llenar las horas escribiendo reglamentos. Cuantos más reglamentos más empleados públicos para vigilar su cumplimiento y más formularios a llenar por el infeliz a quien se le ocurrió en mala hora fundar una empresa.
Esta lacra engendra un círculo vicioso: A más funcionarios, más carga fiscal, menos empresas, menos empleo, y menos hijos. Pues sin optimismo y aspiraciones: ¿Para qué crear familia?
No obstante, el estado niñera produce algo en cantidades prodigiosas: Deuda impagable. Porque el estado sin empresas o ciudadanos que generen impuestos no tiene como pagar a sus empleados y emite deuda, cuya deuda causa intereses que crecen exponencialmente hasta que llegan a una disyuntiva: O cambian de sistema o quiebran.
Todo no pasa de inmediato, la enfermedad es progresiva, se insinúa al principio, crece y por fin se desencadena en crisis como la que vive hoy España, que fundaba una buena parte de su bienestar (obviamente no toda) en subvenciones para obras públicas de la Unión Europea y en el gasto inmobiliario de europeos ricos y viejos que compraban una segunda casa en España y sostenían la industria de la construcción. Pero todo tiene su límite. Una población europea decreciente obviamente no puede seguir comprando al mismo ritmo y viene el paro y la crisis.
Nuestro caso tiene algunas causas diferentes y otras similares. No hay empresarios cubanos de envergadura que trabajen por su cuenta. Sólo generales y sus satélites, ‘asociados’ con empresarios extranjeros, en buena parte españoles, en empresas que explotan al trabajador cubano. Y va entre comillas lo de asociados porque en realidad lo que exigen es una participación en el negocio como precio por dejar hacer. Subsidios cuantiosos sí que los recibimos primero de Rusia y ahora del ‘mecenas’ Chávez. Pero nuestros resultados han sido desastrosos porque Castro ha derrochado alegremente los billones regalados en aventuras militares y en sus caprichos dejando a la infraestructura cubana en estado comatoso. Por el contrario, la española ha mejorado en forma notable lo cual permitirá un desarrollo y recuperación interesante si cambia el sistema y cambia la estructura poblacional. Y en esto último compartimos problemas. Y en parte quizás también en la actitud hacia la vida, en querer ser ‘funcionario’, aunque justo es decir que en Cuba no hay otra cosa que hacer que trabajar para el gobierno y ser funcionario es ser miembro del partido. No obstante, hay esperanzas, muchos de los cubanos exiliados muestran gran aptitud para emprender. ¿Selección natural provocada por el éxodo? El tiempo dirá si esta cualidad innata del cubano ha desaparecido o no de la población.
Estas realidades definen como carente y desenfocado, el actual ajetreo mediacionista encabezado por el Cardenal Ortega. Los adjetivos le cuadran porque el enfoque es: Libertad pero con destierro. Destierro en un país con crisis poblacional es otra carga absurda de las muchas que sufrimos. Existen presos en Cuba porque protestan de innumerables abusos incluyendo el éxodo forzado de tantos cubanos a través de cinco décadas. Al no tocar el Cardenal Ortega los gravísimos problemas a enfrentar, cuando tiene la tribuna para hacerlo, incurre en una omisión grave. Si la única alternativa que ofrece el despotismo es libertad con destierro, no criticamos, pues sin duda que para un enfermo esto es mejor que morir en una pocilga castrista. ¿Y por qué no lo dice el cardenal precisamente así? Sería muy simple: Hago esto porque no me dan otra cosa pero dado que nos falta gente, no me gusta el destierro de mis compatriotas. A estas alturas poco podría hacer el gobierno ante esta crítica porque cerrar el proceso debido a una protesta contra el destierro sería otra derrota propagandística. Post Zapata, ello precisamente es lo que los lleva a utilizar al cardenal y a la iglesia para adornarse con un ‘gesto’ y romper la posición común europea.
Tras cincuenta años de desastres, tratar con los autores del desastre cubano como si fueran gobernantes normales es prestarse a maquillajes mediáticos. Los que crearon el desastre son inviables para remediarlo porque ni tienen ganas ni la menor idea de cómo hacerlo. Por otra parte, los seglares que creen que podrán hacer negocio con ellos agarrando pedazos de la quiebra descubrirán que la penitencia va en el pecado.
Quede claro: El problema económico es de por sí pavoroso, pero el poblacional complica la situación exponencialmente. Hay éxodo de juventud porque no hay esperanza y no por el cacareado embargo que Ortega menciona asiduamente. El Cardenal Ortega debería haber enfatizado con mucha mayor asiduidad el problema de la despoblación provocada por el aborto y la emigración forzosa.
Decir las cosas como son, veraz y públicamente, es parte de su trabajo como guía espiritual. Sin fieles no hay iglesia y sin familia no hay fieles ni hay economía sobre la cual basarla. Es asunto sobre el cual podría hablar sin miedos a represalias políticas porque ese futuro demográfico es cuestión existencial de patria y trasciende la política. Y serviría para centrar el debate entre diversas facciones de cubanos. Asomarse a una ventana de extinción demográfica, serena las mentes y hace pensar en muchas cosas pues la recuperación económica y moral depende de una población pujante y sana. Hay que hablar en serio con vistas a regenerar la patria y relanzar una verdadera nueva Cuba moral y trabajadora. Lo demás son pamplinas. Atender al efecto y no a la causa, lo es.