Diputado español: Teófilo de Luis: Jaime Ortega y La Habana intentan desviar el debate sobre la situación en la Isla.
 
DIARIO DE CUBA

'El foco no es el cardenal, el foco es Cuba', su democratización, el respeto a los derechos humanos, el fin de la represión y la posición que debería asumir Madrid, dice el diputado del PP.
El Gobierno cubano y el cardenal Jaime Ortega, arzobispo de La Habana, intentan desviar el debate sobre la situación en Isla de su tema principal, que es el fin de la represión, el respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales, y la apertura de un dialogo entre cubanos que inicie el camino hacia la democracia, opinó este viernes en Madrid el diputado español Teófilo de Luis, del opositor Partido Popular (PP).
De Luis, nacido en Cuba, se refirió a reacciones del Arzobispado de La Habana y el régimen, tras un debate ocurrido el miércoles en la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso español de los Diputados, en el que su partido pidió al Gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero un "compromiso firme con la democracia y la libertad en Cuba".
En esa sesión, De Luis criticó además el papel del cardenal Ortega en el proceso de excarcelación y destierro a España de expresos políticos cubanos.
El régimen, a través del diario oficial Granma, calificó de "sorprendentes" y "ridículas" declaraciones en la Comisión del secretario de Estado español de Asuntos Exteriores e Iberoamericanos, Juan Antonio Yáñez-Barnuevo, quien afirmó que la situación de los derechos humanos en Cuba sigue siendo "preocupante", aunque se han producido "avances significativos".
Mientras, el Arzobispado de La Habana, publicó un comunicado en defensa de Ortega, en el que calificó de "absolutamente falso" que el cardenal haya ofrecido a los expresos el destierro "sin alternativas".
Estas reacciones sacan "del foco el debate", dijo este viernes Teófilo de Luis a DIARIO DE CUBA. "El debate no es sobre el cardenal Ortega, él es solo una parte; el foco es Cuba, que hablen los cubanos entre sí, que caminen hacia la democracia, que se respeten las libertades individuales y colectivas, que se acabe la represión y se consagren los derechos humanos", recalcó.
Explicó que el objetivo del PP en la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso era "pedir al Gobierno español que ayude a la disidencia interna de Cuba en su trabajo por los derechos humanos y las libertades individuales en la Isla".
"Nosotros, como grupo de la oposición, le decíamos al secretario de Estado que nuestra embajada en La Habana debería estar en contacto con todos y cada uno de los disidentes, sobre todo en el momento en el que sufren la represión del régimen (…) y transmitir al Gobierno cubano que el momento de las dictaduras que reprimen a las sociedades ha concluido, tal como es la posición oficial del gobierno español en la crisis que afecta al norte de África y a otros países", indicó De Luis.
La Habana "tiene que saber que el Gobierno español no le va a ayudar, no le va a acompañar y no va a consentir que esas situaciones se sigan produciendo", dijo el diputado.
Ortega, los expresos y la Posición Común
En cuanto al cardenal Ortega, De Luis recordó que durante su visita a Madrid de noviembre de 2010, el arzobispo se reunió con expresos políticos desterrados a España.
Según el diputado, que organizó esa reunión, los expresos le transmitieron a Ortega sus inquietudes en cuanto a la reagrupación de los miembros de sus familias que se habían quedado en Cuba y sobre la necesitad de agilizar los trámites para la homologación de sus títulos profesionales en España.
"El cardenal Ortega no ha hecho absolutamente nada en relación con ninguno de los dos asuntos", señaló De Luis. Agregó que ha intentado, sin éxito, ponerse en contacto con el arzobispo. Tampoco los expresos "han tenido contacto con el cardenal Ortega después de aquel encuentro", dijo.
Respecto a la nota del Arzobispado de La Habana, que aseguró que Ortega consultó a los expresos "si deseaban viajar o no a España", De Luis dijo que la versión de los desterrados es que el cardenal los llamó a la cárcel, les dijo que iban a salir para Madrid y les preguntó qué miembros de sus familias les acompañarían. "Y ahí quedaba todo. Ese era el mensaje que los presos recibían", afirmó.
"Lo primero que debería haberle dicho el cardenal Ortega a los hermanos Castro es 'yo no me presto a dar este mensaje'", señaló el diputado. "Eso se lo he dicho yo personalmente (al arzobispo), le dije que asumió una responsabilidad enorme con el papel jugado en el destierro de los expresos", aseguró el político español
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El arzobispo de La Habana viajó en mayo pasado a Bruselas y se entrevistó con responsables de la política exterior se la Unión Europea.
El diario español ABC informó entonces que el viaje tenía como objetivo explorar la situación del debate sobre la posibilidad de levantar la Posición Común, que condiciona la normalización de las relaciones diplomáticas de la UE con La Habana a trasformaciones democráticas y respeto a los derechos humanos.
El diario dijo que el cardenal quiso que el viaje transcurriese en la mayor discreción.
Al respecto, De Luis consideró que forma parte de la "libertad individual" de Ortega abandonar su "posición pastoral" y adoptar "una posición política en Bruselas defendiendo el levantamiento de la Posición Común".
El diputado insistió en separar las acciones del cardenal de las de la Iglesia. "Hay que distinguir dos planos, uno en el que él actúa como pastor de la Iglesia y otro en el que actúa desde el punto de vista personal", dijo.
El cardenal "no es la Iglesia de Cuba, sino una parte de ella", dijo el político español. "Hay otra parte de la Iglesia de Cuba, que son los fieles y el resto de los pastores, a los que él no tiene capacidad para representar".
"Creo que más vale que el cardenal Ortega deje de entrar en el debate político. Si lo hace tiene que ser muy conciente de que cuando uno fija una posición política en democracia puede ser objeto de crítica, y eso es lo que yo hice el miércoles pasado (en la Comisión del Congreso de los Diputados), criticar la posición política adoptada por el cardenal Ortega, no a la Iglesia de Cuba. En cuanto a la Iglesia de Cuba, yo no tengo que juzgar su posición", dijo De Luis.
A juicio del político español, "el cardenal siguió el rol del gobierno cubano haciendo de mensajero para el destierro de los expresos y sus familias y cuando fue a Bruselas a defender el levantamiento de la Posición Común
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Lo hizo "aún cuando sabe perfectamente que en Cuba ni hay más libertad ni se respetan más los derechos humanos", afirmó el diputado. "Él sabe que hay mítines de repudio y represión contra disidentes".
De Luis dijo que si el arzobispo no quiere ser criticado por sus acciones en el terreno político, "que se limite a quedarse en la Catedral de La Habana atendiendo a los feligreses, y que no haga viajes a defender una postura que no es la de un gobierno democrático sino la de unos dictadores, que llevan oprimiendo al pueblo 50 años".