LOS MERCADERES EN EL TEMPLO
José Antonio Fornaris
Cuba-Verdad
La Habana
Cubanet
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José F. Sánchez
Jefe de Buró
Cuba
Dept. de Investigaciones
La Nueva Cuba
Agosto 16, 2006
El Cardenal
Jaime Lucas Ortega y Alamino llamó a los feligreses, desde
la Catedral de La Habana, a "orar por la salud del presidente
cubano". Me imagino que se estaba refiriendo al ex gobernante
que, como todos sabemos, después de haberse sometido "a
un estrés extremo" tuvo que ponerse en manos de los
cirujanos debido a un "sangramiento sostenido", y desde
el 31 de julio pasó todos sus cargos a Raúl Castro.
Es bueno que
el cardenal haya tomado esa iniciativa, porque ante Dios todos somos
iguales. Debido a eso es que muchos son los llamados y pocos los
escogidos. De ahí se deriva que la santidad es lo importante
y la jerarquía, no importa cuál sea, es secundaria.
A su vez, las
enseñanzas del hijo de Dios son tan nobles y universales,
que hasta en la Constitución socialista de Cuba de 1976 se
establece que todos los ciudadanos en este país gozan de
iguales derechos y tienen los mismos deberes. El Cardenal también
es cubano, y al mismo tiempo, pastor, lo que implica, uniendo ambas
cosas, que no debe hacer diferencias entre las ovejas de esta isla.
Así que, seguramente, en cualquier momento lo escucharemos
pidiendo que se ore por la salud de Guillermo Fariñas, un
periodista de la raza negra que está realizando una prolongada
huelga de hambre para reclamar que todos los cubanos tengamos el
derecho de acceder a Internet.
Lamentablemente,
nunca se ha escuchado decir, mucho menos ante la prensa nacional
y extranjera, que el cardenal Ortega haya solicitado orar por las
almas de los miles de compatriotas que han muerto en guerras extraterritoriales.
Tampoco se le
ha escuchado solicitar oraciones a favor de los miles de cubanos
cuyo sepulcro está en los mares que rodean nuestro país.
Entre ellos hay muchos niños. Sólo en el hundimiento
del remolcador 13 de Marzo murió más de una docena.
El día de los Santos Inocentes sería una buena ocasión
para que se ore por esos niños.
Sería
grato también que Jaime Ortega pidiera a los feligreses una
oración por Gustavo Arcos Bergnes, un católico practicante,
secretario general del Comité Cubano Pro Derechos Humanos,
fallecido el pasado martes, y que participó junto a Fidel
Castro en el asalto al cuartel Moncada en julio de 1953.
También
voy a orar por mí. No lo voy a hacer en la Catedral, porque
la posibilidad de la comunión con Cristo la prefiero en lugares
humildes, porque creo que estoy en pecado. Tengo la impresión
que después de más de dos mil años los mercaderes
están nuevamente en el templo.
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