Los cubanos ya pagan el IRPF
Vicente Poveda (Dpa) / La Habana | Actualizado 08.11.2010 - 05:03
Los nuevos trabajadores particulares cubanos deberán pagar un
impuesto sobre la renta de entre el
25 y 50%, además de otro sobre las ventas y contribuir a la
Seguridad Social, según las normativas publicadas por el Gobierno
del presidente Raúl Castro.
Las autoridades pusieron a la venta dos ediciones extraordinarias
de la Gaceta Oficial de la República con las leyes relativas a la
planeada reducción de más de 500.000 empleos en el abultado sector
estatal y las normas para ejercer el trabajo por cuenta propia,
una alternativa para los que queden desempleados.
Según la publicación, quedarán exentos del impuesto sobre los
ingresos personales aquellos que cobren menos de 5.000 pesos
cubanos (150 euros) anuales. Una vez alcanzado ese mínimo, se les
impondrá una tasa impositiva del 25%, que irá aumentando
escalonadamente hasta el 50%, para aquellos que ganen 50.000 pesos
cubanos (unos 1.500 euros) o más.
Al mismo
tiempo, se deberá pagar un impuesto del 10% sobre las ventas o
servicios prestados y habrá que contribuir a la Seguridad Social
con el 25% de los ingresos. De igual manera, quien subcontrate
mano de obra deberá pagar como impuesto el 25% del sueldo pagado
al trabajador.
Por otro lado, la ley contempla deducciones fiscales de entre el
10 y 40% de los gastos profesionales. Las más amplias se aplicarán
a actividades como la venta de alimentos y el transporte de carga
y pasajeros. En las profesiones de mayores ingresos deberá
realizarse a finales de año una "declaración jurada" sobre el
impuesto sobre ingresos personales.
Para Cuba, el nuevo sistema tributario se trata de una novedad, en
vista de que sólo unos pocos deben pagar a fecha de hoy un
impuesto directo sobre los ingresos personales, si bien desde hace
años viene ampliándose el número de actividades en las que se debe
contribuir a la Seguridad Social.
El Gobierno de Raúl Castro dio, a finales de septiembre, nuevos
detalles sobre sus planes de ampliar la iniciativa privada y
anunció que desde este mismo mes de octubre los cubanos podrían
abrir pequeños negocios en 178 actividades económicas diferentes y
alquilar viviendas y locales.
"La medida de flexibilizar el trabajo por cuenta propia es una de
las decisiones que el país toma en el rediseño de su política
económica, para incrementar niveles de productividad y
eficiencia", escribió la publicación del gobernante Partido
Comunista de Cuba (PCC), liderado hasta hoy por el ex presidente
Fidel Castro.
Entre las actividades para las que se conceden licencias de
trabajo por cuenta propia se encuentran la de albañil, carpintero,
fontanero, electricista, masajista, mecanógrafo, mecánico, pintor,
peluquero, programador de ordenadores, personal doméstico,
profesor de autoescuela o vendedor de flores, entre otros .
Los titulares de las licencias deberán pagar impuestos sobre sus
ingresos y sobre las ventas, además de por la contratación de
empleados y contribuir a la Seguridad Social. "Que aporte más
quien más reciba es el principio del nuevo régimen tributario que
ayudará a incrementar las fuentes de ingresos al presupuesto del
Estado", añadió Granma.
El rotativo Granma, órgano oficial comunista, estimó
que la iniciativa privada "posibilitará el incremento de la oferta
de bienes y servicios", al tiempo que contribuirá a que "el Estado
se sacuda una buena parte de la carga de subsidios excesivos,
mientras deja en manos no estatales ofertas que durante años
asumió a pesar de la difícil coyuntura económica".
Los nuevos cuentapropistas podrán subcontratar mano de obra
-algo prohibido hasta ahora- en 83 actividades diferentes. Además,
el Banco Central de Cuba estudia conceder préstamos bancarios para
facilitar la puesta en marcha de los negocios. Sin embargo, se
prevé que resulten claves las remesas enviadas por cubanos
emigrados.
Después de que los pequeños negocios fueran nacionalizados por
Fidel Castro en 1968, el Gobierno cubano concedió en los años 90
unas 143.000 licencias para abrir negocios particulares como
respuesta a la grave crisis económica que azotó al país tras el
derrumbe de la Unión Soviética y el bloque socialista europeo.
Según un documento del PCC filtrado a la prensa extranjera, el
Gobierno de Castro pretende otorgar ahora 250.000 nuevas
autorizaciones. Dentro de los anuncios publicados en Granma,
se permitirá arrendar viviendas completas, en lugar de sólo dos
habitaciones como máximo. El propietario podrá contratar además
empleados y alquilar su vivienda también a cubanos residentes en
el exterior. También se podrán alquilar locales para la apertura
de los nuevos negocios autorizados.
Mientras tanto, los restaurantes particulares, más conocidos como
paladares, podrán tener hasta 20 plazas -en lugar de las 12
actuales- y podrán vender platos prohibidos hasta el momento por
ley como los que contienen patata, mariscos o carne de ternera que
sólo podían ofrecer los restaurantes