Osvaldo Tapia Ruano no ha descansado en su empeño de formular un proyecto viable para aconsejar a los futuros urbanistas del siglo XXI en Cuba, dando sus puntos de vista desde España, que ahora ha puesto por escrito. El sábado de la semana pasada, en la Librería y Ediciones Universal de Manolo Salvat y su esposa Marta, se presentó su libro La Habana en el siglo XXI.

Julio Hernández Miyares y Felipe Préstamo lo presentaron. Tapia Ruano era del grupo de los arquitectos llamados ''Los Espaciales'' en la Universidad de La Habana, explicó Hernández Miyares, que estaban interesados en las corrientes nuevas que llegaban de Europa en los 50. Después de graduado y de trabajar por cinco años en la Junta Nacional de Planificación en Cuba, el autor llegó a España, donde se graduó de urbanismo en la Universidad de Barcelona en 1968. En ese país ha construido unas 4,500 viviendas multifamiliares, edificios de oficinas y urbanizaciones.

Préstamo enfatizó la experiencia española de Tapia Ruano para reconstruir La Habana, que es una ciudad esencialmente europea. Hay que mantener el espíritu de la ciudad, como se hizo en Praga al reconstruirla, dijo. Pero hay también la responsabilidad de lo que se le va a añadir. En esto señaló una diferencia de opinión entre él y el autor acerca del uso del automóvil y el transporte público. Tapia Ruano dice que hay que ensanchar las carreteras y las calles para la cantidad de autos que querrán usar los futuros pobladores en una sociedad económicamente dependiente del turismo. Préstamo prefiere el regreso de los tranvías. Ambos están de acuerdo en las áreas peatonales futuras, por ejemplo, en el Malecón; las bases de servicio, tanto para la población como para el turismo, con áreas de deportes y parqueo, y la habilitación de la ciudad para el turismo, con puertos marítimos y aéreos, que podría usar de modelo el de las Islas Canarias, con 96,000 camas hoteleras, 64 hoteles de lujo y 25 millones de turistas actualmente