El gobierno
cubano debe a Espa~a 2,000 millones de euros (mas de TRES MIL MILLONES DE
DOLARES)
Por Graciano Palomo (El
Semanal Digital)
(Enviado por La
Nueva Cuba)
MADRID. Febrero 22, 2008 .- La retirada de Castro abre nuevas expectativas en un
país muy atractivo para los inversores por su cercanía a EEUU y su gran
potencial de crecimiento desde una situación tercermundista.
El retiro politico oficial del dictador comunista cubano
Fidel
Castro es una noticia de alcance para los inversores españoles,
que ven la isla caribeña como uno de los destinos transatlánticos para
atractivos para futuras inversiones: no sólo por su cercanía a los Estados
Unidos, sino también por el potencial de crecimiento de una economía actualmente
reducida a límites tercermundistas.
Hay que recordar que durante los últimos lustros las grandes cadenas hoteleras españolas suscribieron contratos con el Estado cubano para explotar sus potentes recursos turísticos: Sol Meliá, Riu, Barceló, Guitart... Sólo en explotación, puesto que la legislación de aquel país impide que ninguna propiedad de la isla esté en manos privadas. Tabacalera suscribió en su día un contrato long time por el que se quedaba con toda la producción tabaquera, fundamentalmente en la gama de puros con denominación de origen.
Pero hay otros muchos sectores en los que los empresarios españoles tienen esperanzas de poder invertir y desarrollar negocios en la llamada Perla del Caribe: construcción, bienes de equipo, infraestructuras, sector alimentario, educación, salud, etc.
Todo depende de la evolución política del régimen castrista y de las condiciones de seguridad jurídica que puedan ofrecer las nuevas autoridades tras la marcha del comandante Castro.
Naturalmente, la posición de los Estados Unidos resulta vital para las previsiones empresariales españolas. Si el vecino americano no levanta el embargo de bienes y servicios a Cuba será muy difícil que lleguen las inversiones procedentes de nuestro país. A este respecto distintos empresarios españoles recuerdan que fueron penalizados por Estados Unidos en aplicación de la Ley Helms-Burton, según la cual Washington tomaba represalias económicas y comerciales con todas aquellas empresas que comercializaran con el régimen comunista de La Habana. De hecho algunas compañías aéreas españolas que mantuvieron sus líneas a Cuba se vieron penalizadas por la Administración federal norteamericana.
Pero el potencial de crecimiento de Cuba, su cualificada mano de obra, la proximidad cultural e histórica y esa proximidad a la primera potencia económica del mundo son factores que los inversores españoles tienen muy presente.
Desde el inicio de la Transición los distintos gobiernos de Madrid han concedido cuantiosos créditos al gobierno de Fidel Castro, créditos que nunca fueron devueltos. En estos momentos se calcula que la deuda del Estado cubano con España sobrepasa los 2.000 millones de euros y es muy difícil que puedan ser reintegrados.