Muy difícil dar
a luz en Cuba
Liannis Meriño Aguilera
28 de enero de 2007
LiberPress –
PayoLibre.com
/ Agencia de Prensa Jóvenes sin Censura – 28-01-2007 - Holguín,
Cuba. El embarazo se ha convertido en uno de los temas más temidos por las
mujeres cubanas debido a la crítica situación económica y social que
enfrenta la poblacion de la isla desde el establecimiento del socialismo.
Una vez enterada de su estado, la mujer embarazada se
sumerge en un mar de angustias e interrogantes: ¿qué voy a hacer? ¿Cómo voy
a mantener a un hijo, tan difícil que está la cosa? Esta es la causa
fundamental del aumento acelerado de los abortos en el país en las ultimas
decadas.
La mayoría de las
féminas optan por los abortos antes de traer al mundo a los niños a pasar
las necesidades a las que los ha sometido la tirania desde 1959.
Aunque no es la solución más apropiada, ha sido la opción más utilizada
ultimamente.
La prevención del embarazo no está siendo efectiva
primeramente por la escasez y la mala calidad de los anticonceptivos y por
otra parte, la usual falta de comunicación entre las parejas.
Para las que no quieren abortar, el embarazo en Cuba es
una etapa de frustraciones desde la adquisición de la mas
limitada canastilla hasta la alimentación, primero de la gestante y
posteriormente la del bebe.
Para las embarazadas al igual que el resto de la
poblacion, alimentarse correctamente es imposible, primero por que el
racionamiento establecido desde que el socialismo tomo el poder solo alcanza
para la primera semana del mes y segundo por los altos precios en moneda
convertible que el gobierno ha establecido para los productos que se pueden
adquirir libremente,
y esto ha provocado que gran número
de éstas padezcan de hemoglobinas bajas y anemias durante el periodo de
gestación y lactancia.
La mayoria de los recién
nacidos esta bajos de peso, pero el gobierno oculta las estadísticas reales
y los índices de mortalidad para su campaña en favor del socialismo en
Latinoamerica.
La sociedad cubana en su mayoría ya ha olvidado las
normas de cortesía. Se evidencia en todas partes, principalmente en las
colas y ómnibus, pues ya no le ceden los turnos ni asientos a las
embarazadas o a los ancianos. Se hacen más frecuentes en los medios de
transportación para trabajadores del turismo.
Las gestantes o “barrigonas”, como popularmente se les
llama, para hacerse análisis complementarios tienen que hacer largas colas
de pie y al final los resultados no son certeros. La espera se vuelve
desesperante, principalmente para aquellas que no tienen
familiares en las
altas esferas gubernamentales o amigos intimos en centros
asistenciales de salud y por este motivo se ven privadas de una buena
atención.
Los salones de parto no cuentan con la higiene del
pasado capitalista y los medios necesarios para el nacimiento tambien son
escasos. El personal que labora en estos tienen que permanecer largas
jornadas de trabajo por déficit de médicos capacitados, lo que dificulta la
adecuada asistencia.
El gobierno cubano cree que la
maternidad puede ser asumida con "la cuota" para el primer año de vida del
recien nacido: un par de mediecitas, 10 pañales de gasa, dos toallas, un
pulóver pequeño, un calcetín para los varones o un blumer para las hembras,
un juego de sábanitas para la cuna, 10 metros de tela antiséptica, 1
colonia, 4 jabones y crema Bebito. En esto consiste el llamado módulo
que el estado cubano vende a las embarazadas en un saco de nylon, que en
ocasiones son estafadas por dependientes oportunistas que dificultan la
compra de este para su negocio personal, y frecuentemente este módulo llega
mucho después del nacimiento del bebé.
Actualmente en Cuba los índices de nacimientos son
bajos en comparacion con los de los primeros años del gobierno del Partido
Comunista de Cuba y la población está envejecida. Dentro de pocos años, si
la situación no mejora, el número de mujeres dispuestas al aborto será mayor
a la cifra de las que prefieran ser madres. Quien escribió para ustedes este
artículo hace apenas dos meses sufrió los avatares del embarazo.
Cuando se vive en un país como Cuba Socialista, que
mucho especula y poco hace, donde la realidad es muy lejana a la que
publican los medios oficialistas, las madres cubanas se vuelven heroínas de
una batalla sin final y dignas del mejor reconocimiento. Y a la vez pueden
dar testimonio de lo difícil que es dar a luz en Cuba.