Cuba pudiera estar al borde de otra crisis de liquidez.

 


Por Marc Frank
La Habana
Reuters
 

 


- Acreedores y proveedores de Cuba dijeron esta semana estar preocupados por el riesgo de que el país, muy dependiente de las importaciones, pudiera enfrentar una nueva crisis de liquidez tras notificar a al menos dos gobiernos extranjeros que no podría cumplir sus pagos de deuda.

Diplomáticos occidentales, que hablaron con la condición de que sus identidades y las de los países involucrados no fueran reveladas, dijeron que los gobiernos han sido notificados que las deudas necesitan ser renegociadas y que Cuba no tiene los fondos para cumplir totalmente sus pagos de agosto con ellos o con empresas de sus países.

Cuba empezó a reestructurar en los últimos cinco años buena parte de sus deudas oficiales y comerciales y su capacidad de pago había mejorado sustancialmente desde entonces.

Raúl Castro, que reemplazó a su convaleciente hermano Fidel Castro en febrero, ha advertido que los elevados precios de los alimentos y combustibles implican que los cubanos podrían tener que apretarse el cinturón.

"Estas son realmente malas noticias," dijo un empresario occidental con años de experiencia en Cuba.

"Todo el mundo está nervioso," añadió, "pero, obviamente, Cuba está en una situación mucho mejor a la de la última crisis de pagos en el 2002."

Los ingresos cubanos en moneda extranjera se duplicaron con creces hasta 10.000 millones de dólares desde comienzos de la década, gracias, principalmente, a la venta de servicios médicos y de otro tipo a su aliado Venezuela, a los precios del níquel y a los ingresos por emprendimientos farmacéuticos en el exterior.

Nippon Export and Investment Insurance (NEXI) dejó de aceptar el 5 de agosto nuevas solicitudes para asegurar negocios con Cuba, después que la isla incumplió el pago a los exportadores y notificó a Japón que los altos precios del petróleo y los alimentos obligaban a La Habana a reestructurar su deuda oficial.

Cuba fue duramente golpeada por el alza de los precios de los alimentos y el petróleo, sus principales importaciones, durante el primer semestre de este año y por un marcado descenso en el precio del níquel, su mayor exportación.

La crisis internacional de crédito y la presión de Estados Unidos sobre los bancos para que no negocien con Cuba podrían estar también causando problemas, dijeron diplomáticos.

Cuba reportó por última vez su deuda externa en el 2006, cuando se situaba en algo más de 15.000 millones de dólares.

De ellos, 7.794 millones de dólares son deuda activa o que está siendo pagada y 7.592 millones son deuda incumplida antes de 1991.

Cuba no reconoce la deuda contraída con la ex Unión Soviética, su antiguo benefactor, ni tampoco la deuda a ciudadanos extranjeros, principalmente estadounidenses de todas las propiedades confiscadas sin compensación económica a inicios de la toma del poder por Fidel Castro hace casi medio siglo.

SEÑALES DE PROBLEMAS

Raúl Castro, advirtió en varios discursos en julio que Cuba no era inmune a la "crisis económica internacional" y dijo que sus planes para aumentar los salarios públicos podrían demorarse y que la fuerte recuperación económica podría debilitarse.

El vicepresidente Carlos Lage anunció en junio que algunos de los principales proyectos de inversión habían sido reducidos y que nuevas restricciones serían necesarias. No dio más detalles.

"El país gastó el pasado año 1.470 millones de dólares para importar 3,423 millones toneladas de alimentos," aseveró Lage. "Para importar lo mismo a los precios de hoy, habría que gastar 2.554 millones de dólares, 1.000 millones de dólares más que el año anterior," dijo Lage.

"Los 158.000 barriles diarios de petróleo que consumimos el pasado año costaban 8,7 millones de dólares y este año cuestan un 32 por ciento más, es decir, 11,6 millones de dólares cada día," indicó.

La petrolera canadiense Pebercan, que produce crudo en Cuba, dijo a fines de junio que no había recibido pagos de deuda por 37 millones de dólares en abril y mayo de la empresa estatal Cuba Petróleos, debido a la "difícil situación económica" y a los precios en alza de los alimentos y las materias primas.

Fuentes cubanas reportaron que el Gobierno estaba ordenando a empresas y oficinas públicas que restringieran el consumo de combustible y adoptaran otras medidas de austeridad.

Fue imposible determinar la magnitud de los problemas financieros, pues las reservas de Cuba son un secreto de Estado y no se publicaron cifras sobre la deuda en el 2007.

Tampoco estaba claro si Cuba se acercó a China y Venezuela, principales aliados y acreedores de corto y mediano plazo, o a bancos y proveedores europeos que ofrecen créditos comerciales.

Cuba no integra el Fondo Monetario Internacional ni ningún otro organismo multilateral de crédito. La agencia Moody's califica al país con Caa1, un nivel equivalente a grado especulativo.

Las cifras más recientes sobre la deuda están incluidas en un informe de la Oficina Nacional de Estadísticas del 2006.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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