Constitución del 40. Puesta al Día. Por: Alberto Luzárraga
Advertencia preliminar: No pretendemos sentar cátedra sino proveer ideas prácticas basadas en experiencias actuales. Sin duda deberán ser revisadas, completadas y mejoradas. Una constitución nunca puede ser producto de un solo redactor.
I- Objetivo del Trabajo y Exposición de Motivos
Nada es eterno. Cuba volverá a ser un país normal y para ello requiere un ordenamiento jurídico a tono con el siglo 21. La constitución del 40 es un referente básico para llegar a este fin. Este trabajo intenta respetar en todo lo posible su articulado y ponerla al día.
II- Introducción
La Constitución el 40 entre sus novedades abordó varios temas principales:
a) Cuestiones sociales regulando entre otros los sindicatos, el salario, el despido, los conflictos laborales, los seguros sociales, las afiliaciones profesionales y los organismos de solución de conflictos laborales por solo mencionar los mas prominentes.
b) Intentó controlar el poder del ejecutivo mediante un sistema semi-parlamentario que permitía crear cuestiones de confianza al gabinete y forzar su sustitución.
c) Intentó sanear las finanzas del estado esbozando un sistema de presupuesto equilibrado aunque no lo expresó claramente.
d) Entró en detalles casuísticos sobre una serie de cuestiones que pertenecían a la legislación y no a una constitución.
e) Fortaleció los derechos ciudadanos dictando un excelente Título IV que recoge esas protecciones.
f) Creó un tribunal especial para conocer de cuestiones constitucionales.
Pero como toda obra humana, contiene aciertos, errores, y disposiciones que por ser muy especificas hoy resultan obsoletas. Es lo que sucede cuando una constitución legisla en vez de sentar principios generales pues ciertas materias como por ejemplo, la seguridad social y la salud, son temas en constante evolución técnica que requieren adaptaciones frecuentes. Para ello es impráctica una constitución que entre en demasiados detalles pues por su naturaleza la constitución no debe ser objeto de cambios constantes
Con todo, fue un avance y un éxito pues constituyentes de las mas diversas posiciones políticas desde el capitalismo hasta el comunismo lograron salir adelante con un documento que reflejaba los puntos de vista de la sociedad en aquel momento y mantenía los principios básicos de libertad y división de poderes incorporados en nuestras constituciones de la manigua hasta la del 1901. Y así fue considerada por el pueblo cubano.
Hoy día los aciertos y principios generales que sostuvo siguen siendo útiles y vigentes. Lo que sobra o hay que modificar es lo que resulta obsoleto o erróneo. Es natural. Cuando se llega como se llegó, a transacciones políticas entre grupos diversos, el error suele tener campo abierto porque las transacciones siempre contienen ambigüedades o aceptación resignada de cosas que no son lógicas a cambio de otras que sí lo son.
No sabemos cuando ni como la pesadilla castrista desaparecerá. Sabemos sin embargo que por mas de cincuenta años el pueblo de Cuba ha permanecido sin educación cívica ni constitucional. La realidad es que la inmensa mayoría de nuestro pueblo desconoce como opera un sistema de división de poderes, cuales son sus bases y sus límites.
Es por ello no solo lógico sino prudente y recomendable que aprovechemos lo hecho y lo adaptemos al presente en vez de intentar crear una constitución totalmente nueva que bien puede resultar inoperante. No es la primera vez que esto ocurre y existen ejemplos concretos de constituciones que han sido fuente de enfrentamientos políticos. En el caso cubano no podemos perder mas tiempo.
El pasado constitucional de Cuba tiene mucho de bueno y merece ser usado. Fuimos
de los pocos países que crearon una república en armas y dictaron constituciones
aún en tiempo de guerra. Después de los EE.UU. fuimos el segundo país en adoptar
el recurso de inconstitucionalidad para controlar excesos de los otros poderes
del estado. Ello no solo merece respeto sino admiración.
Y de paso sea dicho: Intentar adaptar la constitución castrista, modelo de arbitrariedad absolutista de puro enchape estalinista, sería una burla al pueblo cubano. Estaríamos dándole un aura de legitimidad a lo que siempre fue ilegítimo. Que lo intenten hacer los 'herederos' del régimen es de esperarse, que lo proponga la izquierda socializante que existe en el mundo tanto académico como político es también de esperarse. Pero que lo apañen cubanos de cualquier filiación política seria traicionar ideales de libertad y la aspiración del pueblo cubano de romper con un pasado innoble y crear una patria nueva.
Es la razón por la cual acometemos este trabajo reiterando que no pretendemos sentar cátedra sino proveer ideas prácticas basadas en experiencias actuales. Sin duda deberán ser revisadas, completadas y mejoradas. Una constitución nunca puede ser producto de un solo redactor.
III- Metodología:
Para que este trabajo sea útil debe poder llegar al pueblo. Con frecuencia se hacen cambios en leyes fundamentales que solo entienden los abogados. Las referencias generales a cambios en tal o cual artículo se pierden porque casi nadie que no sea un profesional va a cotejar redacciones. Por ello hemos hecho una presentación en power point donde aparece el texto del artículo original y los cambios hechos o la supresión del artículo en algunos casos.
Hemos intentado respetar en todo lo posible el texto original suprimiendo solamente cosas que no funcionan o son obsoletas y explicando el por qué en notas adjuntas.
IV- Puntos Neurálgicos
El lector observará que en la presentación luego de sentar principios dedicamos casi 20 "slides' a tratar el problema demográfico, asunto vital al que se da poca importancia en la discusión del problema cubano. Pero nos parece de rigor el tratarlo como tema a priori pues una constitución se hace para una sociedad en un momento dado y la sociedad cubana está hoy en día envejecida y afectada por dos problemas vitales:
Primero, la práctica abortista del régimen que así 'solventa' la crisis de la moral familiar que engendró al separar a los hijos de los padres.
Segundo, la emigración y ruptura familiar. El 20% de los cubanos y sus descendientes residen fuera. Es una cifra enorme. Y también es de enorme importancia el cambio en la pirámide de población que muestra pocos jóvenes y muchos viejos. Cuba antes de Castro era un país joven con una pirámide población sana. Hoy en día es un país con población decreciente
Naturalmente ello incide en la cuestión de quien es ciudadano cubano, y como se organizan la seguridad social, las pensiones, la sanidad, el trabajo. Simplemente, porque una sociedad con muchos viejos y pocos jóvenes es una sociedad con una carga demográfica que acarrea consecuencias fiscales y organizativas muy difíciles de manejar.
Este hecho innegable crea un requerimiento urgente: Que Cuba sea de nuevo un país con futuro, un país de inmigración de gente joven y no de emigración, para así equilibrar la balanza demográfica que de otra forma nos asfixiaría a plazo no muy largo. Un país próspero es un país donde un hombre joven pueda desenvolverse y aspirar a mas.
La solución es crear empleo abundante y facilitar la movilidad social. Cuando existe prosperidad y hacen falta brazos el trabajador joven considera su trabajo no como una propiedad que conserva por vida sino como un escalón en su carrera. A ello precisa llegar y por ello suprimimos preceptos que reflejaban las condiciones de empleo de la década del 40 demasiado cercana a la depresión mundial que convertía cada trabajo en casi propiedad particular y creaba una situación estática.
Comprensible en aquella época, pero a medida que las cosas cambiaron la situación estática frustraba a los jóvenes. En nuestra propuesta de cambios el despido compensado se acepta con condiciones. Justicia en las causas de despido y para ello se facilita el acceso a tribunales laborales especialmente creados como jurisdicción independiente. Justicia en apoyos al que pierde el empleo. No hay justicia si no existe un buen seguro de desempleo e indemnizaciones justas por despido, y el articulado así lo refleja.
Un logro de la constitución del 40 fue el sistema de garantías a la propiedad privada. Algunos artículos como el derecho de tanteo a favor del estado, la prohibición de autorizar el uso de marcas de productos cubanos en el extranjero así como, el impuesto por plusvalía de ganancias no realizadas en predios, eran rezumos socialistas o falta de conocimientos comerciales prácticos. Consecuentemente los suprimimos.
Asimismo el artículo sobe la prohibición del latifundio poco significaba en Cuba país pequeño que no es ni Brasil ni Argentina países extensos que son grandes exportadores de productos para los cuales se necesitan grandes explotaciones agrícolas que abaraten los costos. Cuba, país fértil con buen clima y bien ubicado geográficamente es pais dotado para los cultivos intensivos de exportación. Por ello hemos sustituido dicha prohibición por un régimen que limite la tenencia de la tierra por extranjeros y facilite la de cubanos.
Necesitamos orden, honradez, buena administración, moneda sana y medíos de controlar la administración porque tras mas de medio siglo de burocracia asfixiante los hábitos perduran y el ciudadano carece de medíos para hacerse oír o lo que es peor se las arregla para evitar la burocracia mediante el soborno o las mil y una artimañas que son necesarias para sobrevivir en un régimen que incentiva el doblez.
Y por ello verá el lector que entramos a fondo en los principios de organización y administración de los seguros sociales, del presupuesto y el gasto, del banco de emisión de moneda, de la toma de cuenta a los ministros del ejecutivo, de la fiscalización y auditoria de los organismos del estado, temas todos que tocó la constitución del 40 y que es preciso poner al día y estructurar con mucho cuidado e inteligencia práctica.
Un gobierno que constantemente gaste mas de lo que recaude es gobierno en ruta hacia la quiebra o la tiranía. Quiebra porque es la consecuencia natural de esa conducta según vemos a diario en la sociedad civil. Tiranía porque el remedio de no querer enmendarse es seguir con el sistema, inventar una moneda que no es tal y controlar los sueldos, los precios y los abastecimientos. En resumen el sistema castrista de mas de medio siglo.
Es un problema medular de todas las democracias: Como se controla y valora la gestión del gobierno. La lucha política tiende a confundir la buena administración con la lucha por el poder. Bajo pretexto de defender al ciudadano se ataca a veces al gobierno con falsedades o exageraciones por parte de la oposición o se falsean u ocultan datos por parte de la administración.
El sistema semi-parlamentiario que establecía la constitución del 40 intentaba controlar al ejecutivo a base de crear crisis ministeriales y forzar sustitución de ministros. A nuestro entender solo se prestaba a la politiquería y a acusaciones sistemáticas con o sin pruebas. Nunca funcionó.
Lo hemos sustituido por uno de rendición periódica de cuentas y control de gestión de los ministros. Con los adelantos modernos en computación y manejo de datos la gestión de un presupuesto puede hacerse en forma muy efectiva. Y también reforzamos las incompatibilidades entre cargos públicos y privados durante y después de la gestión oficial del funcionario o congresista.
Naturalmente, en una sociedad nada funciona bien sin un árbitro. Para ello hemos cuidado de que el excelente sistema de selección de jueces y tribunales que existía, quede bien asentado y se mejore, dadas las circunstancias que hay que afrontar en el orden de la familia y el trabajo temas ambos que merecen tribunales especializados.
En fin tras la experiencia castrista hemos reforzado los preceptos sobre modificaciones de la constitución y la suspensión de garantías en casos de emergencia.
V- Conclusión:
Para el que escribe, esta materia es deber ciudadano. Entiendo que 50 y tantos años de tiranía frustran y que el que vive frustrado en Cuba o dedicado a sacar adelante a su familia en el extranjero no tiene ni mucho tiempo ni ganas de ponerse pensar en constituciones.
Mas que constituciones debe pensarse en sistemas. La constitución sirve tan solo para plasmar por escrito un sistema. ¿Que sistema?
Uno que de libertad y la conserve para todo el cuerpo social y la nación. En eso hay que pensar no en lo que a mi me gustaría que dijese el documento respecto a lo que estimo que me conviene personalmente.
Ese esfuerzo hay que hacerlo porque los herederos de los tiranos, bien que andan ocupados en darnos una versión cosmética de la tiranía y muchos de sus simpatizantes y socios extranjeros están en ello.
Es preciso tener una versión coherente y moderna de como organizar el estado. De lo contrario aprenderemos dando tumbos y bastantes ha dado ya la pobre Cuba.