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Virginia Olazabal, de 74 años, fue la primera en tocar suelo norteamericano de todos los refugiados cubanos que vinieron a través de los Vuelos de la Libertad. Después que su documentación fue procesada en Miami, Olazábal fue reubicada en el estado de New Jersey.

Camarioca: cuatro décadas de éxodo y dolor

Posted on Sun, Sep. 25, 2005

por PABLO ALFONSO

El Nuevo Herald

Hace cuatro décadas que el gobernante cubano Fidel Castro aprendió una importante lección: transformar los problemas internos de su régimen en problemas domésticos de Estados Unidos, y utilizar el éxodo masivo de refugiados como un arma política para negociar con Washington.
Castro ha sido el único gobernante en la historia que ha puesto en práctica este procedimiento, del cual ha obtenido resultados positivos.
El próximo 28 de septiembre se cumplen 40 años de la insólita declaración que hizo Castro en un acto público, celebrado en La Habana, al anunciar que el pequeño puerto pesquero de Camarioca, al norte de la provincia de Matanzas, sería abierto para recibir a las embarcaciones de cubanos que, procedentes de Estados Unidos, viajaran a la isla para recoger a sus familiares.
Fue la primera vez que Castro utilizó la emigración masiva como un arma política en su conflicto permanente con Estados Unidos. La medida tomó por sorpresa a las autoridades norteamericanas que, también por primera vez, enfrentaban una emigración masiva provocada deliberadamente por un país extranjero.
Para borrar las dudas iniciales que provocaron su anuncio, Castro reiteró dos días más tarde el ofrecimiento, durante una entrevista difundida por la radio cubana, añadiendo esta vez que estaría dispuesto incluso a enviar dos vuelos diarios a Miami desde La Habana.
En Miami, la noticia fue acogida al principio con sorpresa y recelos, pero muy pronto, dejando a un lado la suspicacias que provocaba el anuncio, y motivados por años de incomunicación y separación, cientos de exiliados cubanos atravesaron el Estrecho de la Florida en todo tipo de embarcaciones para ir a buscar a sus familiares.
Pocos días después del anuncio de Castro, casi un centenar de embarcaciones habían arribado ya a Camarioca y Varadero. El 3 de octubre quedaba abierto oficialmente el puente marítimo entre la Florida y Camarioca.
Ese mismo día, el presidente norteamericano Lyndon B. Johnson, en ocasión de firmar la nueva Ley de Emigración de Estados Unidos, respondía al reto lanzado por Castro en un memorable discurso pronunciado a la sombra de la Estatua de la Libertad en New York.
''Yo le anuncio esta tarde al pueblo de Cuba que aquellos que busquen refugio en Estados Unidos lo encontrarán. La tradicional vocación de Estados Unidos de otorgarle asilo a los oprimidos será mantenida en el caso de los cubanos'', dijo Johnson.
El primer grupo de refugiados procedentes de Camarioca llegó el 7 de octubre a Cayo Marathon en la costas de la Florida . Una noticia publicada 15 días después en Granma, órgano oficial del Partido Comunista de Cuba, informaba que en esos momentos había ya 150 embarcaciones en Camarioca procedentes de Estados Unidos esperando recoger familiares.
El éxodo de Camarioca inauguró una práctica que el régimen cubano repetiría años después en dos ocasiones (Mariel, 1980; y Crisis de Balseros, 1994) para alcanzar con éxito objetivos de política interna y de complejas negociaciones con Estados Unidos.
Estos ciclos de emigración masiva, que se han repetido desde entonces cada 15 años, han hecho afirmar a algunos que es La Habana y no Washington quien controla las fronteras marítimas de la Florida, creando a su conveniencia el caos en la región y demostrando con cuánta facilidad su régimen ha podido desestabilizar las leyes migratorias de Estados Unidos.
A pesar de la declaración de Johnson, las autoridades del Servicio Guardacostas intentaron hacer cumplir las leyes vigentes y advirtieron que confiscarían las embarcaciones, señalando que era ilegal introducir a extranjeros en el país sin la debida documentación.
Aunque al principio se confiscaron algunas embarcaciones, todas fueron devueltas a sus propietarios y, al final, nadie fue procesado.
El puente marítimo duró apenas 42 días y trajo a las costas de la Florida 2,979 refugiados. Aunque el 3 de noviembre Granma informaba que ese día habían partido hacia la Florida las últimas embarcaciones, el puerto de Camarioca fue cerrado oficialmente el 15 de noviembre, luego de que los gobiernos de Estados Unidos y Cuba llegaran a un acuerdo que puso fin al improvisado puente marítimo.
De hecho, el embajador suizo en La Habana, Emil Anton Stadelhofer, cuya sede diplomática representaba los intereses de Estados Unidos en Cuba, viajó a Varadero y Camarioca para coordinar el traslado de aproximadamente 2,000 cubanos que esperaban salir de la isla cuando se cerró el puerto.
El 12 de noviembre, el navío Skipper K, de 85 pies de eslora, partía a las 3:20 p.m. del puerto de Matanzas, en el primero de varios viajes fletados por el gobierno norteamericano para transportar a los cubanos que habían quedado varados en Camarioca.
Lo cierto es que, preocupada por el conflicto bélico en Vietnam y temiendo una tragedia en el Estrecho de la Florida, la administración de Johnson había propuesto de inmediato una solución a la crisis que, con la anuencia de Castro, culminó sin mayores costos políticos para ambas partes.
En medio del trasiego de embarcaciones y refugiados, Washington y La Habana habían estado negociando un acuerdo que no estuvo exento de tensiones.
Castro hizo una sorprendente propuesta. Liberar a 70,000 presos políticos que en esos momentos tenía encarcelados en la isla, a cambio de que Estados Unidos gestionara la libertad de revolucionarios cubanos detenidos en varios países latinoamericamericanos por actividades subversivas. Entre los países mencionados se encontraban Venezuela, Colombia, Guatemala, Honduras, El Salvador, Ecuador, Brasil, Perú, Paraguay, Bolivia y Argentina.
La propuesta cubana entregada a la embajada suiza en La Habana llegó también al Departamento de Estado, a través de la misión de Cuba en Naciones Unidas.
''Debe quedar bien claro que esos ciudadanos (liberados en otros países) deben recibir también las facilidades necesarias para viajar a Cuba con sus familias'', precisó la nota oficial que tiene fecha del 12 de octubre.
El Departamento de Estado rechazó la propuesta, haciéndole ver a los cubanos que Estados Unidos no podía negociar por otros países.
Sin embargo, la nota reveló por primera vez dos puntos importantes: el elevado número de opositores al régimen castrista encarcelados en la isla y la extensa actividad subversiva que Cuba auspiciaba en la región.
Al final fue alcanzado un acuerdo el 6 de noviembre de 1965. El Memorando de entendimiento con el gobierno cubano, firmado por la administración de Johnson, reemplazó a la flotilla marítima por un programa de vuelos directos entre Varadero y Miami, que traería mensualmente entre 3,000 y 4,000 refugiados cubanos.
Nacían así, como consecuencia directa del éxodo masivo de Camarioca, los Vuelos de la Libertad que se prolongaron hasta 1973, transportando desde la isla a 260,000 cubanos, con un costo promedio anual de más de $100 millones.
El primer vuelo de este puente aéreo se produjo el 1ro. de diciembre, dando inicio a la mayor operación de transporte aéreo de refugiados que ha tenido lugar en Estados Unidos. Las compañías estadounidenses Eastern Airlines y Pan American Airways estuvieron a cargo del traslado de los cubanos.
Los motivos que provocaron el éxodo de Camarioca no sólo tienen antecedentes en los problemas internos de Cuba, sino que algunas de sus consecuencias todavía perduran en el prolongado diferendo político que Castro ha mantenido con 10 administraciones estadounidenses a lo largo de los últimos 46 años.
Entre sus consecuencias más significativas figuran:
• El inicio de los Vuelos de la Libertad.
• La Ley de Ajuste Cubano.
• La reunificación de los niños involucrados en la operación Pedro Pan con sus padres.
• El fortalecimiento de la comunidad cubana en Miami.
• Crisis migratorias como arma de negociación
Antecedentes
Según cifras estadísticas del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, desde 1959 hasta 1962 habían salido de la isla con destino a Estados Unidos unas 274,000 personas, incluidos aproximadamente 14,000 menores de edad, que habían viajado solos durante la operación Pedro Pan.
Esos cubanos habían llegado en distintas etapas que se correspondían a la situación política interna en Cuba y que podrían resumirse así:
• 1. En los primeros meses de 1959 llegaron unos 3,000 miembros del depuesto régimen de Fulgencio Batista y sus más cercanos colaboradores.
• 2. Entre enero y octubre de 1960, arribaron unos 7,000 cubanos procedentes de las capas más altas de la sociedad, luego de que fueron confiscadas sus empresas y negocios en la isla.
• 3. Una tercera oleada de aproximadamente 56,000 refugiados se produjo en los años 1960 y 1961, tras la declaración del carácter socialista de la revolución, el fracaso de la invasión de Bahía de Cochinos y la intervención de las escuelas privadas.
• 4. Desde 1961 y hasta octubre de 1962, llegaron a Estados Unidos aproximadamente 135,000 cubanos en vuelos directos desde la isla o a través de terceros países.
El torrente legal de refugiados, realizado a través de los vuelos directos a Estados Unidos, fue suspendido en octubre de 1962 por el gobierno de John F. Kennedy como consecuencia de la Crisis de los Misiles. Hasta ese momento tres vuelos comerciales diarios habían estado transportando a cientos de cubanos a Estados Unidos.
Como consecuencia de la cancelación de los vuelos, miles de personas quedaron en Cuba sin posibilidades de viajar legalmente a Estados Unidos, aunque el gobierno norteamericano continuó dando la bienvenida a los cubanos que escapaban de la isla a bordo de embarcaciones, o de manera legal utilizando un tercer país.
En un discurso pronunciado en la ciudad de Matanzas, el 3 de agosto de 1999, Castro hizo un resumen de los problemas migratorios con Estados Unidos y se refirió a ese período indicando que aquella política alentaba la emigración ilegal, como arma de propaganda política contra su régimen:
''En febrero de 1963, la administración Kennedy dio un poderoso estímulo adicional a favor de esas salidas: anunció que los cubanos que llegaran a Estados Unidos directamente desde la isla serían recibidos como refugiados, mientras que los que buscaran entrar desde terceros países serían considerados extranjeros y quedarían sujetos a todas las restricciones migratorias norteamericanas'', afirmó Castro.
Durante el período de aislamiento comprendido entre 1962 y 1965 entraron en Estados Unidos unos 30,000 cubanos aproximadamente, utilizando ambas vías, de acuerdo con distintas fuentes consultadas.
Durante el éxodo de Camarioca, el gobierno cubano impuso condiciones a sus ciudadanos: no podrían abandonar el país los jóvenes en edad militar comprendidos entre 15 y 26 años. También se impusieron restricciones a la salida de determinados profesionales y funcionarios administrativos.
Estas medidas se mantuvieron vigentes para el programa de salidas del país a través de los Vuelos de la Libertad. Como consecuencia de estas limitaciones, entre quienes viajaron en ese entonces a Estados Unidos hubo un número mayor de estudiantes de primaria, mujeres y personas mayores.
Pero no fueron éstas las únicas condiciones impuestas por el régimen castrista a los cubanos.
Tan pronto como comenzaron los Vuelos de la Libertad, el gobierno cubano obligó a todas las personas que se inscribían para salir del país a trabajar en la agricultura. Esta medida se aplicó a todos los cabezas de familia y adultos solteros.
Se crearon campamentos de trabajo en las zonas agrícolas para estas personas que funcionaron con un régimen disciplinario de carácter paramilitar. De esta forma miles de cubanos tuvieron que abandonar sus hogares, albergarse en los campamentos durante meses y sólo podían regresar junto a su familia algunos fines de semana, utilizando los permisos o pases que les eran otorgados por los jefes de los campamentos, que en la mayoría de los casos estaban dirigidos por militares.
El humor criollo bautizó a este régimen de trabajo obligatorio como Las Brigadas Johnson, aludiendo al presidente norteamericano, quien había prometido recibir a los potenciales refugiados en Estados Unidos.
El régimen castrista obtuvo también beneficios económicos directos a costa de los refugiados. A cada cubano que solicitaba salir del país se le practicaba un inventario de todas sus pertenencias, las cuales eran confiscadas al momento de la salida. Viviendas, automóviles, electrodomésticos, utensilios del hogar, ropa y todo tipo de propiedades pasaban a manos del Estado.
Aquella práctica todavía subsiste para quienes dejan el país definitivamente, aunque en los últimos tiempo hay alguna flexibilidad en la aplicación de esta medida.
A los cubanos que salían legalmente del país sólo les era permitido viajar con equipaje por valor de $50, incluidas sus pertenencias personales. Miles de personas fueron despojadas de sus prendas personales, anillos de compromiso, pendientes y relojes, entre muchos otros artículos, a la salida del aeropuerto.
Los Vuelos de la Libertad
Los Vuelos de la Libertad habían comenzado oficialmente el 1ro. de diciembre de 1965. Ese día aterrizó en el Aeropuerto de Miami un vuelo de Pan American Airways a bordo del cual viajaban 75 cubanos, 55 de ellos mujeres y niños, y el resto hombres mayores de 50 años.
Tal como lo informaba la prensa ese día, la primera en bajar del avión fue una abuela de 74 años, Virginia Olazábal Delgado, quien según las autoridades del Servicio de Inmigración y Naturalización (INS) sería relocalizada en New Jersey.
La actitud de brazos abiertos hacia los refugiados cubanos, autorizada por Johnson, no fue acogida con simpatía por funcionarios estatales de la Florida. Unos 90,000 cubanos se habían asentado ya en el Condado de Miami-Dade y las autoridades locales temían que el flujo de refugiados a través de los Vuelos de la Libertad incrementara esa cifra, dando origen a una fuerte presencia cubana en la región.
Uno de los partidarios de la relocalización de los cubanos fuera de la Florida fue el gobernador estatal Haydon Burns, quien envió una petición oficial al gobierno federal pidiendo que los reasentara en otros estados.
''No encuentro manera de expresarle, de la forma más contundente posible, mi grave preocupación, el del estado de la Florida y especialmente el de la Ciudad de Miami y otras comunidades del sur de la Florida, que tendrán que afrontar un caos económico, a menos que las autoridades federales regulen y controlen el acceso de estos refugiados y los reubiquen en otras ciudades a lo largo de Estados Unidos'', escribió Burns.
Años más tarde un prominente cubanoamericano, Bebe Rebozo, amigo del entonces presidente Richard M. Nixon, le recomendaría cancelar los vuelos ``debido a la gran cantidad de cubanos que estaban llegando y viviendo del sistema de bienestar social.
La sugerencia está contenida en un memorando fechado el 29 de junio de 1971, enviado a Nixon por el secretario de la Presidencia, Jon M. Hunstaman, en el cual se cita la opinión que Rebozo le dio en ese sentido a Harry Dent, consejero especial de Nixon.
El memorando le informaba asimismo al presidente que el Comité de Apropiaciones del Senado había votado unánimemente para finalizar los vuelos debido al costo que significaban para Estados Unidos, aunque a última hora su presidente, el senador demócrata por Louisiana, Allen J. Ellender, retiró la propuesta.
Hasta ese momento habían viajado desde Cuba 240,000 refugiados a un ritmo de 43,000 anuales y a un costo de $1,050 millones desde que comenzó la operación en diciembre de 1965.
El Nuevo Herald obtuvo copia del memorando, que se encuentra en los archivos de la Oficina Presidencial de Nixon, con una nota de puño y letra del presidente rechazando la propuesta.
Los Vuelos de la Libertad se extendieron durante ocho años y trajeron a Estados Unidos un total de 260,051 cubanos en 3,049 vuelos. Entre ellos, llegaron la mayoría de los padres que habían enviado a sus hijos a Estados Unidos en la operación Pedro Pan.
A partir de 1971, el gobierno de Castro comenzó a tomar algunas medidas para ponerle fin al éxodo. Una primera comunicación fue enviada al Departamento de Estado el 31 de agosto de 1971 anunciando la cancelación de los mismos.
Sin embargo, la administración de Nixon pidió una extensión para permitir que los cubanos que tenían ya lista su documentación pudieran salir de la isla. Con algunos altibajos más y suspensiones temporales, el 6 de abril de 1973 el vuelo 8894 de Eastern Airlines aterrizó en el aeropuerto internacional de Miami a las 11:55 de la mañana con los últimos 84 pasajeros del puente aéreo cubano.
Ley de Ajuste Cubano
En 1965, en momentos en que comienzan el éxodo de Camarioca y los Vuelos de la Libertad, había en Estados Unidos 258,317 cubanos con status de parolees.
A los cubanos que comenzaron a llegar a partir de entonces les era concedido un status de refugiados, pero no tenían acceso a la residencia permanente.
Fue así como el 2 de noviembre de 1966 el Congreso de Estados Unidos aprobó la Ley Pública 89-732, The Cuban Adjustment Act, conocida comúnmente en español como Ley de Ajuste Cubano, que permitía al fiscal general, ''a su discreción y conforme a las regulaciones que él pudiera prescribir'', ajustar el status inmigratorio que tenían los refugiados cubanos que se encontraban en Estados Unidos al de residentes permanentes.
La ley, firmada por Johnson establecía que los cubanos que habían sido inspeccionados y admitidos en Estados Unidos desde el 1ro. de enero de 1959, bajo condición de refugiados o parolee, tendrían derecho a la residencia norteamericana, una vez que hubieran permanecido durante dos años consecutivos viviendo en Estados Unidos.
Crisis y negociación
A partir del éxodo de Camarioca, Castro aprendió una importante lección: negociar con Estados Unidos acuerdos migratorios que le aliviaran su situación interna, a costa de normalizar el flujo de personas que querían salir de la isla.
De esta forma se han producido los siguientes procesos de crisis-negociación:
• Exodo de Camarioca, 1965
Acuerdo: Memorando de acuerdo que propició el puente aéreo conocido como Vuelos de la Libertad.
• Exodo de El Mariel, 1980
Acuerdo: Tres meses demoró Estados Unidos en aceptar una propuesta cubana de mantener conversaciones que no se limitaran al tema migratorio y que finalmente puso fin al éxodo masivo.
El 14 de diciembre de 1984, bajo la presidencia de Ronald Reagan, se firma finalmente un segundo acuerdo migratorio. Dichas negociaciones condujeron a ''la normalización de los procedimientos de inmigración entre ambos países y pusieron fin a la situación anormal que existía desde 1980'', afirmó un comunicado del gobierno de Estados Unidos.
En virtud del acuerdo, Cuba aceptó el regreso de 2,746 cubanos calificados como excluibles por Estados Unidos, mientras que las autoridades norteamericanas se comprometían a otorgar 20,000 visas anuales a cubanos que desearan abandonar el país.
Estos acuerdos fueron cancelados por el gobierno de Cuba en protesta por la salida al aire de Radio Martí el 20 de mayo de 1985.
• Exodo de los Balseros, 1994
Acuerdo: Acuerdos migratorios de septiembre de 1994 y resolución conjunta de mayo de 1995, los cuales normalizan la corriente migratoria con el otorgamiento de 20,000 visas anuales a los cubanos y la repatriación de los cubanos interceptados en el mar.