REPSOL EN CUBA,
SEGUNDO ASALTO
Madrid
Expansión
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Máximo Tomás
Dept. de Investigaciones
La Nueva Cuba
Julio 21, 2005
La petrolera española se alía a una compañía china y otra noruega para
buscar crudo en la isla caribeña, tras fracasar hace un año. Así espera
limitar los riesgos políticos y económicos de la inversión.
Alto riesgo
exploratorio. Así está calificado en Repsol YPF el proyecto de búsqueda
de petróleo en aguas de Cuba, al norte de la isla. El año pasado, la
petrolera española fracasó en su primer sondeo en la zona. La operación
supuso unas pérdidas para la compañía de entre setenta millones y
ochenta millones de euros.
Ahora, Repsol YPF
vuelve a la carga. Pero lo hace con mayores precauciones. El segundo
pinchazo del subsuelo marino cubano lo realizará a través de un
consorcio. Repsol YPF tendrá un 40% de la sociedad y será el operador de
la plataforma que efectuará la búsqueda. La compañía estatal china CNOOC
poseerá un 30% y la noruega Norsk Hydro participará con otro 30% en la
operación.
En caso de fracaso
en la exploración, Repsol YPF compartirá las pérdidas, que en este caso
pueden llegar a los cien millones de euros, ya que el sondeo podría ser
más extenso que el del año pasado.
La petrolera toma
esas cautelas pese a que el pinchazo del año pasado ha permitido obtener
una información valiosa. “En aquella exploración, descubrimos una zona
en la que había existido petróleo, pero había migrado a otro lugar”,
según Antoni Brufau, presidente de Repsol YPF.
En caso de acertar
en el nuevo sondeo, algunas previsiones hablan de una verdadera mina de
oro negro. Algunos expertos han llegado a estimar la existencia de
reservas con 1.600 millones de barriles de crudo en la zona donde Repsol
YPF realiza las prospecciones. Todas las reservas actuales de la
compañía española no llegan a los cinco mil millones de barriles.
El desarrollo de
esos yacimientos, si se descubren, exigiría una inversión total de 1.500
millones de dólares (1.230 millones de euros) para alcanzar una
producción diaria de 150.000 barriles de petróleo. Esta cantidad
equivale a un trece por ciento de los hidrocarburos que Repsol YPF
bombea en la actualidad.
El comienzo de
explotación del campo no comenzaría hasta la próxima década, por lo que
no figura en el plan de Repsol para elevar su producción anual un 2,5%
hasta alcanzar 1,3 millones de barriles en 2009.
Ese plan sitúa la
zona del Caribe, desde Venezuela hasta el Golfo de México, como área
proritaria de crecimiento para la compañía española, con una producción
estimada de 277.000 barriles dentro de cinco años.
Presión
estadounidense
La alianza no sólo reduce el riesgo económico. También el político. Con
la variada composición del consorcio, petroleras de tres países
distintos afrontan la posible presión de Estados Unidos, donde la Ley
Helms-Burton limita las inversiones en el país de las sociedad que
tienen negocios con Cuba. El año pasado, el primer sondeo de Repsol YPF
fue seguido con expectación en Miami. La oposición al régimen cubano de
Fidel Castro podría reclamar sanciones para la petrolera española y sus
socios en caso de éxito.
A su vez, las
grandes multinacionales petroleras estadounidenses (ExxonMobil y Chevron
son las principales) lamentarían la existencia de grandes bolsas de
crudo en Cuba, al no poder participar en su explotación. |